Casa Foa, en esta edición “La Defensa” mostró un marcado estilo internacional: formas rectas y puras, superficies lisas, pulidas, desprovistas de detalles, con un aspecto visual de ligereza. Se utilizaron materiales nobles como el mármol y la madera, en su mayoría importados; detalles de elegancia como obras de arte y la presencia de la tecnología a través del control de la iluminación, el sonido, la motorización de las cortinas y el acondicionamiento de aire (calefacción con biogas).
Con respecto a los colores, siguiendo la paleta de cálidos propuesta por Alba, se armaron las distintas ambientaciones, de manera de enfatizar el diseño y el valor arquitectónico y cultural del lugar.

Estilo Pilar, en su edición “Emoción en colores” propuso una decoración emocional, para disfrutar del lugar donde se vive. Alegre, confortable y con detalles personalizados (en la mayoría de los casos hechos a mano): el mobiliario se aleja de los objetos delicados; los textiles usan géneros cálidos como la lana o el terciopelo y se arman rincones íntimos, entre otros. Se reciclaron maderas y metales para el armado de muchos muebles; se mezclaron telas, cadenas y otros elementos para varias luminarias y se preservó, como es habitual en esta muestra, el protagonismo del exterior en la vida de los habitantes de la casa.
Con respecto a los colores, se eligieron tonalidades vibrantes de todo el círculo cromático, logrando ambientaciones enérgicas que van desde el shabby chic hasta el rústico campestre, pasando por el vintage y el estilo oriental.

Esta nota la escribí para Revista Vivienda, edición 580 (noviembre 2010).