La idea era armar allí un comedor, ya que la cocina estaba conectada a este espacio.

La primer opción fue una mesa de comedor central, con 2 consolas sobre la pared izquierda y un vajillero en la pared del fondo (se ve en primer plano cuando se abre la puerta). Solución simple, despojada y clásica.

La segunda opción, que fue la elegida, consta de un mini recibidor armado simplemente con un tabique divisor de yeso y una pequeña mesita de apoyo que están situados bien cerca de la puerta de entrada. Detrás del tabique, y aprovechándolo como contenedor, se armó un espacio para comer con banquetas y sillas (todo hecho a medida, ya que los metros eran escasos). De esta manera, se crean zonas con distinta intimidad, relacionadas con el uso que se les va a dar.
